MILLIYET: Dizilerle kültür ihracatı
DAILY SABAH: Turkish TV series show up at world’s biggest entertainment convention
Radio interview in "The Takeaway"
Radio Interview with Marty Moss-Coane for radio times
Teaching telenovelas
Interview with celeste Headlee on GPB
Telenovelas are Spanish language entertainment known for steamy romances and over-the-top storylines, but a class at the University of Georgia looks beyond the drama and studies how telenovelas reflect and shape the everyday lives of those who watch them. Host Celeste Headlee speaks with University of Georgia Associate Professor Carolina Acosta-Alzuru and two of her students--Lindsey Nicholls and Rebeca Coelho--about the class.
Entrevista con angel enrique zambrano
Unión Radio Puerto La Cruz
Septiembre 21, 2015
Septiembre 21, 2015
“A los canales nacionales les importa más que Conatel no los regañe”
Carolina Acosta-Alzuru, autora del libro Telenovela adentro, considera que los dramáticos venezolanos se encuentran asfixiados por la censura y la crisis económica. Además, dice, se han vuelto invisibles para el mercado internacional.
KARLA FRANCESCHI C. | [email protected]
6 DE SEPTIEMBRE 2015
Cuatro años, con muchas interrupciones, le tomó a Carolina Acosta-Alzuru escribir Telenovela adentro. En este último libro, la investigadora se alejó de su papel académico para presentar un relato más cercano y personal de sus estudios, que abarcan más de una década, sobre los dramáticos venezolanos
Acosta-Alzuru, profesora asociada de la Universidad de Georgia en Estados Unidos, habla con nostalgia de los últimos años de la telenovela venezolana y ve con preocupación el futuro del género en el país que llegó a ser el principal exportador de este tipo de producciones.
—Luego de La incandescencia de las cosas, ¿cómo surge Telenovela adentro? ¿Por qué decide escribir en primera persona?
—Este libro lo comencé hace rato y paré para escribir La incandescencia de las cosas. Lo empecé como un reto, pensé que tengo muchos años de investigación y he aprendido bastante, pero que no quería contar esto como lo hago en mis artículos académicos, en tercera persona. Quise hacerlo de manera más amena y más transparente para que no solo aprenda el que esté interesado en telenovelas y en televisión, sino también el que esté interesado en la investigación, que una investigación académica es personal también. Los académicos siempre tratamos de distanciarnos, de invisibilizarnos, porque eso se supone que da la sensación de objetividad. Sin embargo, como digo en el libro, creo que la objetividad no es totalmente alcanzable. Puedes ir hacia ella, pero es un lugar que siempre se aleja. Por eso pensé que sería mucho mejor ser transparente y mostrar qué llevo yo en mi bote mientras voy para allá, que hay días buenos y otros no tanto, que tengo pesadillas cuando investigo.
—¿Qué pesadillas tiene?
—Hay una que es recurrente y es que no puedo salir de Venevisión. Que estoy adentro estudiando y no encuentro la salida. ¡Y un día me pasó! La puerta por la que iba a salir estaba cerrada y el carnet que me habían dado se me cayó. También cuento en el libro cuando me quedé encerrada en el ascensor de carga con Ana María Simón. Ella se reía y yo cada vez más histérica.
—¿Qué exige el estudio de un dramático?
—Una telenovela exige compromiso de parte de todos los involucrados: escritores, dialoguistas, productores, actores, trabajo diario incluso del público y del académico. Entonces, cuando terminas de estudiar una telenovela, sobre todo de la manera en que yo lo hago, así como el público siente un vacío, uno también siente que le tiene que decir adiós, aunque no lo haga nunca. El académico se queda analizando, estudiando y esos personajes siguen viviendo.
—¿De qué personaje le ha costado despedirse?
—A mí me han encantado todas las mujeres que no representan lo femenino de una manera tradicional, como Miranda en El país de las mujeres o Tata en La vida entera; pero, definitivamente, el personaje con el que más me relacioné es Micaela (interpretado por Mónica Spear en La mujer perfecta), porque ella era lo que siempre he pensado que la telenovela puede ser, lo mejor que un dramático puede ofrecer: entretiene, concientiza, enseña sin dejar de ser un drama. Micaela es un personaje muy cercano a mí, lo vi crearse.
—En el libro hay un capítulo titulado “Querida Micaela”.
—Sí, es un artículo académico publicado originalmente en inglés que escribí en un formato muy raro, pues es una carta para ella. En ese capítulo se ve lo cerca que estuve de la construcción de ese personaje, mis propias angustias con respecto a la aceptación del público.
—Las telenovelas que ha estudiado son de corte realista, ¿cómo es un dramático en la actualidad?
--Bueno, son como Amor secreto, que no te cuentan ninguna arista de la realidad, que es un remake de un remake. Son producciones manidas, en las que hay muy pocos rastros de nuestra grandeza como hacedores de telenovelas. Los dramáticos venezolanos están asfixiados y tengo miedo de que sean colonizados.
—Hay casos de telenovelas como Mala junta, escrita por Leonardo Padrón, que ha sido anunciada en las preventas de Venevisión desde hace tres años y hasta ahora no se ha producido.
—Y es una telenovela interesantísima, pero supersuave. Ahí no hay aristas de la realidad porque fue mandada a hacer así. Está muy bien contada. Ahí no hay peligro, el único peligro es el nombre del autor en pantalla.
—¿Cómo hará la industria para recuperarse de la censura y la autocensura de estos años?
—Así como todas las demás industrias, la de la producción audiovisual se recuperará siempre y cuando haya un cambio económico y político en el país. Mientras las televisoras tengan el marco de la Ley Resorte y, peor aún, el miedo a que les suceda lo mismo que a RCTV no van a cambiar. Mientras exista el corsé de la autocensura por supervivencia, las historias van a ser las que se están contando ahora. A los canales nacionales les importa más que Conatel no los regañe que ganar el rating. El talento venezolano es inmenso, lo que se necesita es que puedan trabajar con libertad desde el punto de vista ideológico.
—¿Ha tenido la oportunidad de ver Guerreras y centauros?
—Un poco de los primeros capítulos. Me llamó mucho la atención que no estaban adecuados a la Ley Resorte… ¡Pero ellos sí pueden! Si sale sangre, que salga. Pero está en TVES.
—¿Cuáles son las dificultades de investigar los dramáticos nacionales desde la distancia?
—No es nada fácil. Yo tengo un contraste en mi vida que soy profesora universitaria y el semestre en Estados Unidos es muy estructurado. Pero la televisión venezolana es mucho más fluida. Ir y venir ha requerido hasta de hacer magia. Tuve una llave maestra cuando comencé a investigar que fue Leonardo Padrón. Al comportarte éticamente atesoras la confianza. Hoy en día es más difícil porque no se está haciendo casi nada. Emocionalmente, es muy fuerte para mí, que estudié telenovelas dentro de Venevisión, donde todos los estudios estaban llenos, donde siempre había mucha energía. Ahora no es así y no es culpa de ellos porque son víctimas del contexto.
—¿Qué investiga en la actualidad?
—La emigración del talento y del know how venezolano. Es algo muy doloroso, las entrevistas duelen. En Miami observo cómo se hacen telenovelas y me doy cuenta de que aquí se invierte muy poco. Nos hemos quedado muy atrás en producción. No es solo que emigra el talento, sino que crean comunidades. Además, he entrevistado a personas de otros países para ver qué significa para ellos la desaparición de la telenovela venezolana.
—¿Y qué ha encontrado?
—Testimonios interesantísimos. Productores y escritores de otros países consideran que es una pérdida inmensa porque ellos aprendieron viendo telenovelas venezolanas, leyendo a los escritores. Sienten un gran vacío.
—Televen hizo varias telenovelas en coproducción con RTI.
—Sí, pero ese acuerdo se acabó. Televen solo no puede producir. Ellos hicieron un buen esfuerzo, aunque es raro porque no estamos acostumbrados a que nuestros actores salgan en locaciones propias hablando con vocabulario que llaman neutro pero es mexicano. Eso se sentía artificial.
—Los protagonistas de La virgen de la calle, el remake de Juana la virgen, se quejaron de la censura en su momento.
—La edición las destruye, pero se hace por miedo.
—RCTV produjo Piel salvaje, aunque probablemente no sea transmitida en el país por la misma razón.
—Ellos apuestan por el mercado internacional. Hace un tiempo me contaron que cometieron un error y por eso repitieron muchas escenas. Apuestan por la excelencia.
—En un foro el año pasado usted habló de la invisibilidad de la telenovela venezolana en el extranjero. ¿Continúa así?
—Eso está igual o peor. Venevisión Productions, en Miami, ya no hace más nada. Se acabó el acuerdo con Univisión. Lo último que hicieron fue una serie. Ahora se dedican a producir magazine y shows, lo cual es muy grave para el talento que ha emigrado. Los artistas están tratando de hacer teatro y de dictar cursos. Todos están tratando de buscarle la vuelta a su oficio para sobrevivir. Es muy duro.
—¿Ha tenido acceso a los números de las últimas telenovelas?
—No, porque los canales se retiraron de AGB, lo que es un indicativo de que importa más no molestar al gobierno que el rating. Es decir, el público ya no importa. La telenovela es un género comercial en el que el televidente es el que decide.
—¿El gobierno subestima el género?
—Ellos subestiman lo que significa hacer telenovelas. El gobierno, como muchas personas, considera que como los dramáticos tienen una aparente simpleza en sus códigos son fáciles de producir. Pero la telenovela es complicada, incluso en su consumo porque no es con la cabeza sino con el corazón. Pero la sobrestiman y la convierten es un chivo expiatorio maravilloso porque, al ser imperfecta, le puedes echar la culpa de cualquier cosa, como cuando el presidente Maduro aseguró que es culpable de la violencia que vive el país.
KARLA FRANCESCHI C. | [email protected]
6 DE SEPTIEMBRE 2015
Cuatro años, con muchas interrupciones, le tomó a Carolina Acosta-Alzuru escribir Telenovela adentro. En este último libro, la investigadora se alejó de su papel académico para presentar un relato más cercano y personal de sus estudios, que abarcan más de una década, sobre los dramáticos venezolanos
Acosta-Alzuru, profesora asociada de la Universidad de Georgia en Estados Unidos, habla con nostalgia de los últimos años de la telenovela venezolana y ve con preocupación el futuro del género en el país que llegó a ser el principal exportador de este tipo de producciones.
—Luego de La incandescencia de las cosas, ¿cómo surge Telenovela adentro? ¿Por qué decide escribir en primera persona?
—Este libro lo comencé hace rato y paré para escribir La incandescencia de las cosas. Lo empecé como un reto, pensé que tengo muchos años de investigación y he aprendido bastante, pero que no quería contar esto como lo hago en mis artículos académicos, en tercera persona. Quise hacerlo de manera más amena y más transparente para que no solo aprenda el que esté interesado en telenovelas y en televisión, sino también el que esté interesado en la investigación, que una investigación académica es personal también. Los académicos siempre tratamos de distanciarnos, de invisibilizarnos, porque eso se supone que da la sensación de objetividad. Sin embargo, como digo en el libro, creo que la objetividad no es totalmente alcanzable. Puedes ir hacia ella, pero es un lugar que siempre se aleja. Por eso pensé que sería mucho mejor ser transparente y mostrar qué llevo yo en mi bote mientras voy para allá, que hay días buenos y otros no tanto, que tengo pesadillas cuando investigo.
—¿Qué pesadillas tiene?
—Hay una que es recurrente y es que no puedo salir de Venevisión. Que estoy adentro estudiando y no encuentro la salida. ¡Y un día me pasó! La puerta por la que iba a salir estaba cerrada y el carnet que me habían dado se me cayó. También cuento en el libro cuando me quedé encerrada en el ascensor de carga con Ana María Simón. Ella se reía y yo cada vez más histérica.
—¿Qué exige el estudio de un dramático?
—Una telenovela exige compromiso de parte de todos los involucrados: escritores, dialoguistas, productores, actores, trabajo diario incluso del público y del académico. Entonces, cuando terminas de estudiar una telenovela, sobre todo de la manera en que yo lo hago, así como el público siente un vacío, uno también siente que le tiene que decir adiós, aunque no lo haga nunca. El académico se queda analizando, estudiando y esos personajes siguen viviendo.
—¿De qué personaje le ha costado despedirse?
—A mí me han encantado todas las mujeres que no representan lo femenino de una manera tradicional, como Miranda en El país de las mujeres o Tata en La vida entera; pero, definitivamente, el personaje con el que más me relacioné es Micaela (interpretado por Mónica Spear en La mujer perfecta), porque ella era lo que siempre he pensado que la telenovela puede ser, lo mejor que un dramático puede ofrecer: entretiene, concientiza, enseña sin dejar de ser un drama. Micaela es un personaje muy cercano a mí, lo vi crearse.
—En el libro hay un capítulo titulado “Querida Micaela”.
—Sí, es un artículo académico publicado originalmente en inglés que escribí en un formato muy raro, pues es una carta para ella. En ese capítulo se ve lo cerca que estuve de la construcción de ese personaje, mis propias angustias con respecto a la aceptación del público.
—Las telenovelas que ha estudiado son de corte realista, ¿cómo es un dramático en la actualidad?
--Bueno, son como Amor secreto, que no te cuentan ninguna arista de la realidad, que es un remake de un remake. Son producciones manidas, en las que hay muy pocos rastros de nuestra grandeza como hacedores de telenovelas. Los dramáticos venezolanos están asfixiados y tengo miedo de que sean colonizados.
—Hay casos de telenovelas como Mala junta, escrita por Leonardo Padrón, que ha sido anunciada en las preventas de Venevisión desde hace tres años y hasta ahora no se ha producido.
—Y es una telenovela interesantísima, pero supersuave. Ahí no hay aristas de la realidad porque fue mandada a hacer así. Está muy bien contada. Ahí no hay peligro, el único peligro es el nombre del autor en pantalla.
—¿Cómo hará la industria para recuperarse de la censura y la autocensura de estos años?
—Así como todas las demás industrias, la de la producción audiovisual se recuperará siempre y cuando haya un cambio económico y político en el país. Mientras las televisoras tengan el marco de la Ley Resorte y, peor aún, el miedo a que les suceda lo mismo que a RCTV no van a cambiar. Mientras exista el corsé de la autocensura por supervivencia, las historias van a ser las que se están contando ahora. A los canales nacionales les importa más que Conatel no los regañe que ganar el rating. El talento venezolano es inmenso, lo que se necesita es que puedan trabajar con libertad desde el punto de vista ideológico.
—¿Ha tenido la oportunidad de ver Guerreras y centauros?
—Un poco de los primeros capítulos. Me llamó mucho la atención que no estaban adecuados a la Ley Resorte… ¡Pero ellos sí pueden! Si sale sangre, que salga. Pero está en TVES.
—¿Cuáles son las dificultades de investigar los dramáticos nacionales desde la distancia?
—No es nada fácil. Yo tengo un contraste en mi vida que soy profesora universitaria y el semestre en Estados Unidos es muy estructurado. Pero la televisión venezolana es mucho más fluida. Ir y venir ha requerido hasta de hacer magia. Tuve una llave maestra cuando comencé a investigar que fue Leonardo Padrón. Al comportarte éticamente atesoras la confianza. Hoy en día es más difícil porque no se está haciendo casi nada. Emocionalmente, es muy fuerte para mí, que estudié telenovelas dentro de Venevisión, donde todos los estudios estaban llenos, donde siempre había mucha energía. Ahora no es así y no es culpa de ellos porque son víctimas del contexto.
—¿Qué investiga en la actualidad?
—La emigración del talento y del know how venezolano. Es algo muy doloroso, las entrevistas duelen. En Miami observo cómo se hacen telenovelas y me doy cuenta de que aquí se invierte muy poco. Nos hemos quedado muy atrás en producción. No es solo que emigra el talento, sino que crean comunidades. Además, he entrevistado a personas de otros países para ver qué significa para ellos la desaparición de la telenovela venezolana.
—¿Y qué ha encontrado?
—Testimonios interesantísimos. Productores y escritores de otros países consideran que es una pérdida inmensa porque ellos aprendieron viendo telenovelas venezolanas, leyendo a los escritores. Sienten un gran vacío.
—Televen hizo varias telenovelas en coproducción con RTI.
—Sí, pero ese acuerdo se acabó. Televen solo no puede producir. Ellos hicieron un buen esfuerzo, aunque es raro porque no estamos acostumbrados a que nuestros actores salgan en locaciones propias hablando con vocabulario que llaman neutro pero es mexicano. Eso se sentía artificial.
—Los protagonistas de La virgen de la calle, el remake de Juana la virgen, se quejaron de la censura en su momento.
—La edición las destruye, pero se hace por miedo.
—RCTV produjo Piel salvaje, aunque probablemente no sea transmitida en el país por la misma razón.
—Ellos apuestan por el mercado internacional. Hace un tiempo me contaron que cometieron un error y por eso repitieron muchas escenas. Apuestan por la excelencia.
—En un foro el año pasado usted habló de la invisibilidad de la telenovela venezolana en el extranjero. ¿Continúa así?
—Eso está igual o peor. Venevisión Productions, en Miami, ya no hace más nada. Se acabó el acuerdo con Univisión. Lo último que hicieron fue una serie. Ahora se dedican a producir magazine y shows, lo cual es muy grave para el talento que ha emigrado. Los artistas están tratando de hacer teatro y de dictar cursos. Todos están tratando de buscarle la vuelta a su oficio para sobrevivir. Es muy duro.
—¿Ha tenido acceso a los números de las últimas telenovelas?
—No, porque los canales se retiraron de AGB, lo que es un indicativo de que importa más no molestar al gobierno que el rating. Es decir, el público ya no importa. La telenovela es un género comercial en el que el televidente es el que decide.
—¿El gobierno subestima el género?
—Ellos subestiman lo que significa hacer telenovelas. El gobierno, como muchas personas, considera que como los dramáticos tienen una aparente simpleza en sus códigos son fáciles de producir. Pero la telenovela es complicada, incluso en su consumo porque no es con la cabeza sino con el corazón. Pero la sobrestiman y la convierten es un chivo expiatorio maravilloso porque, al ser imperfecta, le puedes echar la culpa de cualquier cosa, como cuando el presidente Maduro aseguró que es culpable de la violencia que vive el país.
"Lo que vemos en la pantalla es miedo"
Por Víctor Amaya
Semanario Tal Cual
Carolina Acosta-Alzuru ha estudiado la telenovela y su reflejo social. Su más reciente libro es Telenovela adentro.
¿Twitter es tan novelero como el país "real"?
Lo es. Produce adicción. Allí todos somos personajes. Algunos más cercanos a quienes somos realmente, otros más construidos y unos completamente falsos (bots). En Twitter ruedan historias de veracidad variable con el objetivo de ser consumidas y repetidas. Algunas tienen un guión estilo cubano: maniqueo, predecible y altamente melodramático. Allí hay información y desinformación. Hay escenas de amor y de odio. Conversaciones analíticas e intercambios de insultos. Y, como a la telenovela que nos engancha, no le quitamos los ojos de encima.
Evaluó las redes para leer a la audiencia de novelas. ¿Cómo las ve ahora que no hay producción nacional?
Hay producción nacional, pero muy reducida. Historias encorsetadas por las leyes, la intimidación y la autocensura. El enganche del público no es el mismo y en Twitter se nota. Cuando estaban al aire “La mujer perfecta”, “La viuda joven” y “Válgame Dios”, en cada segmento entre comerciales había un centenar de tuits escritos por televidentes. Hoy, “Amor secreto” no genera ni 50 tuits en toda su hora. Y aunque Twitter no es el país, ni un medidor de rating, este cambio no se puede desmeritar. Es un síntoma.
¿Quién es el gran protagonista de la novela actual venezolana?
No hay “gran protagonista”. Hay una serie de personajes buscando el protagonismo. Y hay un país que trata de identificar el protagonista a seguir. El mesianismo nos es endémico. Pero resulta que todos estamos en la historia y debemos ejercer nuestro rol. Asumir nuestro protagonismo.
¿El país sigue siendo de las mujeres?
El Censo de 2011 indica que 40% de los hogares venezolanos tienen como cabeza a una mujer. Y un estudio en el año 2005 arrojó que las mujeres encabezaban el 70% de los hogares pobres. Eso no significa que el país es de las mujeres. Somos un país matrisocial, como dice Gisela Kozak. Tenemos una alta dosis de paternidad irresponsable y un coctel opresor de machismo y marianismo. Eso le da a la mujer una alta carga de responsabilidad en la esfera doméstica. Pero se le sigue escamoteando la igualdad en la esfera pública.
¿Le hace falta Leonardo Padrón a la TV? ¿Qué hacer si no lo dejan?
A nuestra TV le hacen falta Padrón y todos los escritores que están determinados a contarnos como sociedad sin autocensura y sin edulcorantes. Pero justamente por eso es que ellos no están al aire. Lo que vemos en pantalla es miedo y supervivencia ante un gobierno que sataniza e intimida a los medios. ¿Qué hacer? Estar conscientes de que el cerco mediático nos afecta a todos, no solo a los que tienen negada la pantalla de TV. Observar quién nos habla, de qué, por dónde y por qué
Semanario Tal Cual
Carolina Acosta-Alzuru ha estudiado la telenovela y su reflejo social. Su más reciente libro es Telenovela adentro.
¿Twitter es tan novelero como el país "real"?
Lo es. Produce adicción. Allí todos somos personajes. Algunos más cercanos a quienes somos realmente, otros más construidos y unos completamente falsos (bots). En Twitter ruedan historias de veracidad variable con el objetivo de ser consumidas y repetidas. Algunas tienen un guión estilo cubano: maniqueo, predecible y altamente melodramático. Allí hay información y desinformación. Hay escenas de amor y de odio. Conversaciones analíticas e intercambios de insultos. Y, como a la telenovela que nos engancha, no le quitamos los ojos de encima.
Evaluó las redes para leer a la audiencia de novelas. ¿Cómo las ve ahora que no hay producción nacional?
Hay producción nacional, pero muy reducida. Historias encorsetadas por las leyes, la intimidación y la autocensura. El enganche del público no es el mismo y en Twitter se nota. Cuando estaban al aire “La mujer perfecta”, “La viuda joven” y “Válgame Dios”, en cada segmento entre comerciales había un centenar de tuits escritos por televidentes. Hoy, “Amor secreto” no genera ni 50 tuits en toda su hora. Y aunque Twitter no es el país, ni un medidor de rating, este cambio no se puede desmeritar. Es un síntoma.
¿Quién es el gran protagonista de la novela actual venezolana?
No hay “gran protagonista”. Hay una serie de personajes buscando el protagonismo. Y hay un país que trata de identificar el protagonista a seguir. El mesianismo nos es endémico. Pero resulta que todos estamos en la historia y debemos ejercer nuestro rol. Asumir nuestro protagonismo.
¿El país sigue siendo de las mujeres?
El Censo de 2011 indica que 40% de los hogares venezolanos tienen como cabeza a una mujer. Y un estudio en el año 2005 arrojó que las mujeres encabezaban el 70% de los hogares pobres. Eso no significa que el país es de las mujeres. Somos un país matrisocial, como dice Gisela Kozak. Tenemos una alta dosis de paternidad irresponsable y un coctel opresor de machismo y marianismo. Eso le da a la mujer una alta carga de responsabilidad en la esfera doméstica. Pero se le sigue escamoteando la igualdad en la esfera pública.
¿Le hace falta Leonardo Padrón a la TV? ¿Qué hacer si no lo dejan?
A nuestra TV le hacen falta Padrón y todos los escritores que están determinados a contarnos como sociedad sin autocensura y sin edulcorantes. Pero justamente por eso es que ellos no están al aire. Lo que vemos en pantalla es miedo y supervivencia ante un gobierno que sataniza e intimida a los medios. ¿Qué hacer? Estar conscientes de que el cerco mediático nos afecta a todos, no solo a los que tienen negada la pantalla de TV. Observar quién nos habla, de qué, por dónde y por qué
¿A quién beneficia la caída de las telenovelas venezolanas?
Daniel PardoBBC Mundo, Caracas
Es difícil que en una telenovela producida hoy día en América Latina no colabore un venezolano, sea de escritor, director, actor, productor o extra.
Dos de las tres telenovelas en horario prime de Telemundo, el canal estadounidense que presenta decenas de ficciones latinas a diario, son escritas por venezolanos.
La vicepresidente de telenovelas del canal es venezolana, así como varios de sus productores ejecutivos, directores y, por supuesto, actores.
Como si estuviéramos hablando de béisbol, los grandes talentos venezolanos de la telenovela trabajan fuera de su país natal.
Los frutos de la que fue hasta hace una década la meca de la telenovelas en el continente los consumen otros mercados.
Y hoy en Venezuela con dificultad se producen una o dos telenovelas al año.
Auge de otras industriasParte del declive se debe al auge de nuevos (y viejos) productores de telenovelas. En la imagen, promoción para una telenovela mexicana."Una coincidencia nefasta sentó las bases del declive de la industria venezolana de las telenovelas", dice la investigadora venezolana Carolina Acosta-Alzuru, autora Telenovela Adentro, libro publicado por editorial Alfa este mes en el país.
"Por un lado varios países lograron encontrar la manera de competir internacionalmente y por el otro el país latino que vive en EE.UU. empezó a influir y darle cabida a novelas de otros países", explica.
"Además, una política explícita del gobierno (del fallecido Hugo Chávez) hizo que la industria mermara".
De las 10 novelas más vistas en 2013 en América Latina, siete fueron brasileñas y tres peruanas, según cifras del último informe –de 2014– del Observatorio Internacional de Televisión (Obitel), un grupo de investigación asociado a la Universidad Autónoma de Barcelona.
Brasil (con 35), México (34) y Argentina (32) son los países que más ficciones produjeron en 2013, según el anuario de Obitel de 2014.
Venezuela, por su parte, produjo cuatro y ninguna de las 30 producciones de ficción más vistas en América Latina vino del país que lideraba esa lista hace una década con 13 o 15 telenovelas cada año.
"Kassandra" tuvo, en su momento, el récord de ser la telenovela que en más países se emitió.Crisis económicaPara este reportaje le pedí una entrevista a uno de los escritores venezolanos de telenovelas más importantes de la región, Alberto Barrera Tyszka.
Y respondió: "Hablamos con todo gusto, el rollo es que ando en México en un asunto de chamba (trabajo), justo porque ya no hay oficio teleculebrero en el país".
Después le pedí, vía correo electrónico, que explicara cómo es eso de que acá ya no hay trabajo "teleculebrero" para él.
"La industria de la televisión en Venezuela no puede escapar de la enorme crisis económica que vive el país", dijo.
La publicidad en televisión ha caído en Venezuela más que en cualquier otro país, la situación general de inflación y devaluación fomenta la migración de talentos y el control cambiario, que en ocasiones impide la repatriación de dividendos, se volvió un desincentivo para las inversiones.
"Aparte, está el problema político", dice Barrera, autor de la biografía Chávez sin uniforme y la novela Raiting, sobre el mundo de la televisión.
"El gobierno castigó políticamente a un grupo crítico y no le renovó la concesión", señala en referencia a Radio Caracas Televisión (RCTV), un canal privado que salió del aire en 2007 reduciendo de un tajo la industria de telenovelas en un 50%.
Venezuela produce una o dos telenovelas año cuando antes su promedio era más de 10.Ley ResorteAcosta-Alzuru añade que otra de las causas del declive fue la Ley de Responsabilidad Social en Radio y Televisión (Resorte) aprobada en 2004, que buscaba proteger a los niños y adolescentes de contenidos inadecuados.
La Ley no permite, por ejemplo, una toma en la que se vea una persona apuntándole con una pistola a otra y sostiene que usar un robo o un secuestro como temática puede ser una incitación al delito.
El oficialismo venezolano ha identificado en varias oportunidades a las telenovelas como el origen de los "antivalores" que, según el gobierno, fomenta la violencia en el país.
"Al quitar referencias a la vida cotidiana de la gente, que obviamente se debe enfrentar a la delincuencia o el consumo de drogas día a día, les quitaron contemporaneidad a las telenovelas", dice Acosta-Alzuru, profesora de estudios culturales y comunicación en la Universidad de Georgia, EEUU.
Y eso, concluye, disparó la autocensura.
Barrera recuerda: "Una vez, el comité de autocensura de un canal me llamó a discutir por qué en una novela había puesto a un pueblo de pescadores a tomar una carretera para protestar en contra de una transnacional hotelera".
"Me dijeron que, según la ley, podría verse como una promoción de las guarimbas (barricadas en las calles)".
"Cosita rica" es considerada la última telenovela "libre" que se produjo en Venezuela. Fue justo antes de la Ley Resorte.El declive de una, el auge de otrasParte de la razón por la que las telenovelas venezolanas fueron tan exitosas en los 80 y 90, sostiene Acosta-Alzuru, es que la competencia de otros países no era tan fuerte.
Venezuela era una pionera en el tema y, al darse el declive de su industria, otras parecen haber florecido.
"Colombia empieza a obtener su propia voz en las telenovelas; está lista para contar sus historias de contenido social como el narcotráfico, la delincuencia y la obsesión de las mujeres por las cirugías", explica la experta.
"Por otro lado, México ha aprendido a hacer telenovelas; los mexicanos crecieron viendo sus propias telenovelas y los que están en EE.UU., que es una población enorme, buscan las telenovelas mexicanas".
Por eso Univisión, la otra cadena estadounidense para hispanos, no produce telenovelas, sino se nutre de las hechas en México y Brasil en ocasiones escritas o producidas por venezolanos.
El acento venezolano ya no se oye en las telenovelas más importantes, pero sí en los corrillos donde se gestan.
BBC Mundo
- 21 agosto 2015
Es difícil que en una telenovela producida hoy día en América Latina no colabore un venezolano, sea de escritor, director, actor, productor o extra.
Dos de las tres telenovelas en horario prime de Telemundo, el canal estadounidense que presenta decenas de ficciones latinas a diario, son escritas por venezolanos.
La vicepresidente de telenovelas del canal es venezolana, así como varios de sus productores ejecutivos, directores y, por supuesto, actores.
Como si estuviéramos hablando de béisbol, los grandes talentos venezolanos de la telenovela trabajan fuera de su país natal.
Los frutos de la que fue hasta hace una década la meca de la telenovelas en el continente los consumen otros mercados.
Y hoy en Venezuela con dificultad se producen una o dos telenovelas al año.
Auge de otras industriasParte del declive se debe al auge de nuevos (y viejos) productores de telenovelas. En la imagen, promoción para una telenovela mexicana."Una coincidencia nefasta sentó las bases del declive de la industria venezolana de las telenovelas", dice la investigadora venezolana Carolina Acosta-Alzuru, autora Telenovela Adentro, libro publicado por editorial Alfa este mes en el país.
"Por un lado varios países lograron encontrar la manera de competir internacionalmente y por el otro el país latino que vive en EE.UU. empezó a influir y darle cabida a novelas de otros países", explica.
"Además, una política explícita del gobierno (del fallecido Hugo Chávez) hizo que la industria mermara".
De las 10 novelas más vistas en 2013 en América Latina, siete fueron brasileñas y tres peruanas, según cifras del último informe –de 2014– del Observatorio Internacional de Televisión (Obitel), un grupo de investigación asociado a la Universidad Autónoma de Barcelona.
Brasil (con 35), México (34) y Argentina (32) son los países que más ficciones produjeron en 2013, según el anuario de Obitel de 2014.
Venezuela, por su parte, produjo cuatro y ninguna de las 30 producciones de ficción más vistas en América Latina vino del país que lideraba esa lista hace una década con 13 o 15 telenovelas cada año.
"Kassandra" tuvo, en su momento, el récord de ser la telenovela que en más países se emitió.Crisis económicaPara este reportaje le pedí una entrevista a uno de los escritores venezolanos de telenovelas más importantes de la región, Alberto Barrera Tyszka.
Y respondió: "Hablamos con todo gusto, el rollo es que ando en México en un asunto de chamba (trabajo), justo porque ya no hay oficio teleculebrero en el país".
Después le pedí, vía correo electrónico, que explicara cómo es eso de que acá ya no hay trabajo "teleculebrero" para él.
"La industria de la televisión en Venezuela no puede escapar de la enorme crisis económica que vive el país", dijo.
La publicidad en televisión ha caído en Venezuela más que en cualquier otro país, la situación general de inflación y devaluación fomenta la migración de talentos y el control cambiario, que en ocasiones impide la repatriación de dividendos, se volvió un desincentivo para las inversiones.
"Aparte, está el problema político", dice Barrera, autor de la biografía Chávez sin uniforme y la novela Raiting, sobre el mundo de la televisión.
"El gobierno castigó políticamente a un grupo crítico y no le renovó la concesión", señala en referencia a Radio Caracas Televisión (RCTV), un canal privado que salió del aire en 2007 reduciendo de un tajo la industria de telenovelas en un 50%.
Venezuela produce una o dos telenovelas año cuando antes su promedio era más de 10.Ley ResorteAcosta-Alzuru añade que otra de las causas del declive fue la Ley de Responsabilidad Social en Radio y Televisión (Resorte) aprobada en 2004, que buscaba proteger a los niños y adolescentes de contenidos inadecuados.
La Ley no permite, por ejemplo, una toma en la que se vea una persona apuntándole con una pistola a otra y sostiene que usar un robo o un secuestro como temática puede ser una incitación al delito.
El oficialismo venezolano ha identificado en varias oportunidades a las telenovelas como el origen de los "antivalores" que, según el gobierno, fomenta la violencia en el país.
"Al quitar referencias a la vida cotidiana de la gente, que obviamente se debe enfrentar a la delincuencia o el consumo de drogas día a día, les quitaron contemporaneidad a las telenovelas", dice Acosta-Alzuru, profesora de estudios culturales y comunicación en la Universidad de Georgia, EEUU.
Y eso, concluye, disparó la autocensura.
Barrera recuerda: "Una vez, el comité de autocensura de un canal me llamó a discutir por qué en una novela había puesto a un pueblo de pescadores a tomar una carretera para protestar en contra de una transnacional hotelera".
"Me dijeron que, según la ley, podría verse como una promoción de las guarimbas (barricadas en las calles)".
"Cosita rica" es considerada la última telenovela "libre" que se produjo en Venezuela. Fue justo antes de la Ley Resorte.El declive de una, el auge de otrasParte de la razón por la que las telenovelas venezolanas fueron tan exitosas en los 80 y 90, sostiene Acosta-Alzuru, es que la competencia de otros países no era tan fuerte.
Venezuela era una pionera en el tema y, al darse el declive de su industria, otras parecen haber florecido.
"Colombia empieza a obtener su propia voz en las telenovelas; está lista para contar sus historias de contenido social como el narcotráfico, la delincuencia y la obsesión de las mujeres por las cirugías", explica la experta.
"Por otro lado, México ha aprendido a hacer telenovelas; los mexicanos crecieron viendo sus propias telenovelas y los que están en EE.UU., que es una población enorme, buscan las telenovelas mexicanas".
Por eso Univisión, la otra cadena estadounidense para hispanos, no produce telenovelas, sino se nutre de las hechas en México y Brasil en ocasiones escritas o producidas por venezolanos.
El acento venezolano ya no se oye en las telenovelas más importantes, pero sí en los corrillos donde se gestan.
BBC Mundo
Venezuela's Telenovelas Struggle Back From the Brink
By THE ASSOCIATED PRESS
AUG. 18, 2015, 12:01 A.M. E.D.T.
CARACAS, Venezuela — A worker on the set strikes the clapperboard to the shout of "Action!" and three women launch into a heated argument about an abandoned child who was rescued from the streets but cannot be tamed of her violent impulses.
The scene from the Spanish-language soap opera "Piel Salvaje," or "Wild Skin," would be unremarkable if not for the uphill battle the Venezuelan producers waged to get here in a country that nearly lost its telenovela industry after churning out some of Latin America's most-memorable melodramas for more than a half century.
The socialist government took Radio Caracas Television, then one of the country's oldest broadcasters and creators of telenovelas, off the air in 2007 after accusing it of supporting a brief coup five years earlier against then President Hugo Chavez.
Hundreds of actors and screenwriters lost their jobs and its studios went dark. The exodus of talent, a gradual crackdown on the media and a financial crisis that caused advertisers to flee nearly drove the industry to extinction.
The cameras are rolling again eight years later, but the 120 episodes of "Piel Salvaje" won't likely be seen on Venezuelan TV. The small production house rescued from the channel known by its Spanish acronym as RCTV is marketing the show to networks in other Latin American countries such as Ecuador, where it debuted last month.
"Piel Salvaje" is RCTV's first independent production since Chavez refused to renew its license and gave its seized transmission equipment to a state-funded network. The company retained its studio and production equipment, allowing it to continue filming.
Cast members of "Piel Salvaje" compare their work to a political struggle in a country that remains deeply divided after 16 years of socialist rule under Chavez and his successor, Nicolas Maduro.
"To keep living in this country demands resistance and the only way we have to legally fight back is by working in what we know and love," said Jose Simon Escalona, vice president of production for RCTV Productions.
The industry's attempted comeback is befitting of one of the twisting plot lines from the Venezuelan telenovelas known as "culebrones," or "long snakes." Beginning in the 1970s, soaps were one of the oil-producing nation's biggest non-traditional exports, dubbed into everything from Russian and Hebrew to regional languages spoken in the Philippines.
One program, "Kassandra," was so key to calming tensions during the war in Bosnia that the U.S. State Department said it intervened to get it back on the air when the signal was lost during a power struggle among rival factions.
The industry's decline began in the 1990s amid stiff competition from Mexico and Colombia, and accelerated following Chavez's 1998 election and the 2004 passage of a law that levied stiff fines and penalties on broadcasters for not adhering to vaguely defined standards of socially responsible programming. RCTV went off the air three years later.
From a peak of 12 telenovelas a year, Venezuela now struggles to make one or two. Dozens of actors left to start over in other countries, where they sometimes find their quick-fire Caribbean Spanish an obstacle to being cast. Others have taken their craft to the stage, where the pay and late hours are less glamorous, but they enjoy freedom from self-censorship and the opportunity to touch on political issues.
"The Venezuelan telenovela industry's story is really the inverse of the traditional plot. Instead of rags to riches, we've gone from riches to rags," said Carolina Acosta-Alzuru, who has written several books on Venezuelan soaps and teaches at the University of Georgia, Athens.
Through her research, Acosta-Alzuru was privy to internal memos at RCTV's longtime rival, Venevision, in which network lawyers in 2008 and 2009 questioned screenwriter Leonardo Padron's use of language that they said the government could interpret as having political overtones. They suggested that words such as "martini" and "steroids" be removed, and warned Padron against linking inflation, crimes or other maladies to Venezuela's government.
"Now we're trying to make an internationally competitive product," said Escalona, the industry veteran. "If we had to do a national version we'd have to cleanse it of several elements, simple things like holding a glass of liquor in a hand or taking out a gun. Sadly these are things we couldn't do in Venezuela."
Just last year, Maduro summoned cable executives after accusing them of glamorizing violence and spreading "anti-values" that he blamed in part for the highway murder of a well-known soap actress.
Industry experts say the government's involvement has resulted in a sterilized product barely resembling the edgy productions of years past, such as "On These Streets," which drew record audiences for RCTV in 1992 with its portrayal of life in a crime-ridden Caracas slum.
Offerings now tend to be light tear-jerkers or remakes of past hits. There's also ideological fare like this year's "Guerreros y Centauros," or "Warriors and Centaurs," a mega-production by RCTV's state-run successor set in 19th century salons after Venezuela's independence from Spain.
But the same economic crisis that sapped the industry of its verve may now be providing it with a second chance. Thanks to triple-digit inflation and a collapsed currency, qualified professionals can be hired cheaply from the reservoirs of talent that remain. And selling the shows abroad can generate badly needed hard currency.
For veteran soap actor Javier Vidal, who stars in "Piel Salvaje," the industry's rebirth as an export-driven product is bittersweet.
"In Venezuela, the public was always very kind. They'd recognize you on the streets and thank you because we were part of the family," said Vidal, who has also written extensively about the telenovela industry. "Now I don't even know who my audience is."
New York Times
AUG. 18, 2015, 12:01 A.M. E.D.T.
CARACAS, Venezuela — A worker on the set strikes the clapperboard to the shout of "Action!" and three women launch into a heated argument about an abandoned child who was rescued from the streets but cannot be tamed of her violent impulses.
The scene from the Spanish-language soap opera "Piel Salvaje," or "Wild Skin," would be unremarkable if not for the uphill battle the Venezuelan producers waged to get here in a country that nearly lost its telenovela industry after churning out some of Latin America's most-memorable melodramas for more than a half century.
The socialist government took Radio Caracas Television, then one of the country's oldest broadcasters and creators of telenovelas, off the air in 2007 after accusing it of supporting a brief coup five years earlier against then President Hugo Chavez.
Hundreds of actors and screenwriters lost their jobs and its studios went dark. The exodus of talent, a gradual crackdown on the media and a financial crisis that caused advertisers to flee nearly drove the industry to extinction.
The cameras are rolling again eight years later, but the 120 episodes of "Piel Salvaje" won't likely be seen on Venezuelan TV. The small production house rescued from the channel known by its Spanish acronym as RCTV is marketing the show to networks in other Latin American countries such as Ecuador, where it debuted last month.
"Piel Salvaje" is RCTV's first independent production since Chavez refused to renew its license and gave its seized transmission equipment to a state-funded network. The company retained its studio and production equipment, allowing it to continue filming.
Cast members of "Piel Salvaje" compare their work to a political struggle in a country that remains deeply divided after 16 years of socialist rule under Chavez and his successor, Nicolas Maduro.
"To keep living in this country demands resistance and the only way we have to legally fight back is by working in what we know and love," said Jose Simon Escalona, vice president of production for RCTV Productions.
The industry's attempted comeback is befitting of one of the twisting plot lines from the Venezuelan telenovelas known as "culebrones," or "long snakes." Beginning in the 1970s, soaps were one of the oil-producing nation's biggest non-traditional exports, dubbed into everything from Russian and Hebrew to regional languages spoken in the Philippines.
One program, "Kassandra," was so key to calming tensions during the war in Bosnia that the U.S. State Department said it intervened to get it back on the air when the signal was lost during a power struggle among rival factions.
The industry's decline began in the 1990s amid stiff competition from Mexico and Colombia, and accelerated following Chavez's 1998 election and the 2004 passage of a law that levied stiff fines and penalties on broadcasters for not adhering to vaguely defined standards of socially responsible programming. RCTV went off the air three years later.
From a peak of 12 telenovelas a year, Venezuela now struggles to make one or two. Dozens of actors left to start over in other countries, where they sometimes find their quick-fire Caribbean Spanish an obstacle to being cast. Others have taken their craft to the stage, where the pay and late hours are less glamorous, but they enjoy freedom from self-censorship and the opportunity to touch on political issues.
"The Venezuelan telenovela industry's story is really the inverse of the traditional plot. Instead of rags to riches, we've gone from riches to rags," said Carolina Acosta-Alzuru, who has written several books on Venezuelan soaps and teaches at the University of Georgia, Athens.
Through her research, Acosta-Alzuru was privy to internal memos at RCTV's longtime rival, Venevision, in which network lawyers in 2008 and 2009 questioned screenwriter Leonardo Padron's use of language that they said the government could interpret as having political overtones. They suggested that words such as "martini" and "steroids" be removed, and warned Padron against linking inflation, crimes or other maladies to Venezuela's government.
"Now we're trying to make an internationally competitive product," said Escalona, the industry veteran. "If we had to do a national version we'd have to cleanse it of several elements, simple things like holding a glass of liquor in a hand or taking out a gun. Sadly these are things we couldn't do in Venezuela."
Just last year, Maduro summoned cable executives after accusing them of glamorizing violence and spreading "anti-values" that he blamed in part for the highway murder of a well-known soap actress.
Industry experts say the government's involvement has resulted in a sterilized product barely resembling the edgy productions of years past, such as "On These Streets," which drew record audiences for RCTV in 1992 with its portrayal of life in a crime-ridden Caracas slum.
Offerings now tend to be light tear-jerkers or remakes of past hits. There's also ideological fare like this year's "Guerreros y Centauros," or "Warriors and Centaurs," a mega-production by RCTV's state-run successor set in 19th century salons after Venezuela's independence from Spain.
But the same economic crisis that sapped the industry of its verve may now be providing it with a second chance. Thanks to triple-digit inflation and a collapsed currency, qualified professionals can be hired cheaply from the reservoirs of talent that remain. And selling the shows abroad can generate badly needed hard currency.
For veteran soap actor Javier Vidal, who stars in "Piel Salvaje," the industry's rebirth as an export-driven product is bittersweet.
"In Venezuela, the public was always very kind. They'd recognize you on the streets and thank you because we were part of the family," said Vidal, who has also written extensively about the telenovela industry. "Now I don't even know who my audience is."
New York Times
Entrevista con NTN24
Venezuela ruling party games Twitter for political gain
CARACAS, Venezuela (AP) — Venezuelan President Nicolas Maduro's approval ratings may be languishing below 30 percent, but on Twitter he's as popular as Pope Francis — or so it would seem.
The socialist South American leader regularly sets social media afire with support, with heavily trending anti-U.S. campaigns such #ObamaYankeeGoHome and #ObamaRepealTheExecutiveOrder, which denounced U.S. sanctions on members of Maduro's administration.
But a closer look suggests that the government is artificially inflating its social media influence and distorting its popularity. Independent analysts who ran tests at the request of The Associated Press found the government was benefiting from networks of fake accounts.
Automated accounts known as bots are a worldwide phenomenon that Twitter has struggled to stop. Programmers create them in batches, and Twitter has to eliminate them one by one. At one point, Maduro complained that Twitter had shut down more than 6,000 accounts that followed him. The company declined comment for this story.
Among the other powerbrokers who experts say routinely employ bot networks in violation of Twitter's policies are the leaders of Russia, Mexico and Turkey, as well as supporters of the Islamic State group.
Twitter has an obvious appeal to the government of Venezuela. The platform is a crucial space for the exchange of independent information and views in a country where news outlets critical of the government are disappearing under what press freedom groups call a concerted campaign of sanctions and intimidation.
The hyper-polarized oil nation is obsessed with the social network. Venezuela consistently ranks among the countries most active on Twitter and uses the platform to discuss political news more than any other Latin American nation, according to the Pew Research Center.
"Twitter is one of the scarce windows for dissident options," said Carolina Acosta-Alzuru, a University of Georgia media studies scholar who hails from Venezuela. "It's another sphere where the government trying to control the discourse. That's what the whole game with hashtags is about — giving you a false sense of a majority."
In one way or another, the government appears to be succeeding.
While the opposition is polling twice as well as the ruling party, the top Twitter trending topic in Venezuela is usually a government message, with opponents coming in a distant second.
In 2011, Chavez drummed up support for his newly launched Twitter account by pledging to reward his 4 millionth follower with a house, ultimately won by a college student.
Today, the socialist party offers an app that allows people to automatically retweet every message posted by Maduro. He has become the third most-retweeted public figure in the world, behind Pope Francis and the King of Saudi Arabia, according to public relations firm Burston Marsteller.
Using a program written at the request of the Associated Press to test for bots, researchers at the Utah State University Data Science Lab found classic bot characteristics among hundreds of accounts that retweet government posts, including messages sent at impossibly fast typing speeds, repetitive content and tweets posted from different accounts within seconds of each other.
"We can conclude that there is a bot alliance," computer science professor Kyumin Lee said. "It's not that they just happened to repost the exact same content; this is not normal human behavior."
Among users reposting Maduro's every message is a network of accounts named after each of Venezuela's states.
Suspicious accounts can also be found posting nonsense messages attached to government hashtags. Dozens of apparent bots continued to repeat the #ObamaYankeeGoHome slogan several times an hour into July, months after the campaign was over.
Ministry of Social Media officials declined to comment for this story. The government-aligned Marxist Tupamaro Revolutionary Movement says the state dominates Twitter because it has public backing.
"The opposition just tries to keep themselves from getting depressed by saying we're robots," spokesman Ares Di Fazio said.
Government critics also appear to benefit from social media manipulation. At least 7 percent of tweets by imprisoned opposition leader Leopoldo Lopez are retweeted using automated platforms, according to Philip Howard, a University of Washington social scientist.
Some of the government's dominance on the platform is the result of meticulous planning as opposed to outright manipulation.
For the past year, for example, the Communication Ministry has been sending out text messages telling a loyalist Twitter army what to post.
A hashtag of the day also goes out to state media workers and get promoted by institutional accounts including airports, state-run banks, ministries and even the National Aquatic Institute.
It's not clear who controls the Twitter bots, but many clues lead back to Aragua, a state west of Caracas run by rising stars in the ruling party.
The state's young governor, Tareck El Aissami, and health minister are retweeted and praised by a network of accounts whose owners are pictured as scantily dressed female avatars without bios— classic bot traits.
What looks like a related network of bots swarmed journalist Franz von Bergen last month after he published a story about government attempts to influence social media.
Accounts devoted mostly to promoting celebrities — and Aragua officials— sent him hundreds of identical messages.
Von Bergen, who writes for El Nacional, the last major Venezuelan daily critical of the government, said social media manipulation makes his job harder.
"They try to hide how things really are. You get to a point where you're not sure how much support they really have, and how much they're just gaming things," he said.
___
Associated Press writer Frank Bajak contributed to this story from Bogota, Colombia.
___
Find Hannah Dreier on Twitter: https://twitter.com/hannahdreier
The socialist South American leader regularly sets social media afire with support, with heavily trending anti-U.S. campaigns such #ObamaYankeeGoHome and #ObamaRepealTheExecutiveOrder, which denounced U.S. sanctions on members of Maduro's administration.
But a closer look suggests that the government is artificially inflating its social media influence and distorting its popularity. Independent analysts who ran tests at the request of The Associated Press found the government was benefiting from networks of fake accounts.
Automated accounts known as bots are a worldwide phenomenon that Twitter has struggled to stop. Programmers create them in batches, and Twitter has to eliminate them one by one. At one point, Maduro complained that Twitter had shut down more than 6,000 accounts that followed him. The company declined comment for this story.
Among the other powerbrokers who experts say routinely employ bot networks in violation of Twitter's policies are the leaders of Russia, Mexico and Turkey, as well as supporters of the Islamic State group.
Twitter has an obvious appeal to the government of Venezuela. The platform is a crucial space for the exchange of independent information and views in a country where news outlets critical of the government are disappearing under what press freedom groups call a concerted campaign of sanctions and intimidation.
The hyper-polarized oil nation is obsessed with the social network. Venezuela consistently ranks among the countries most active on Twitter and uses the platform to discuss political news more than any other Latin American nation, according to the Pew Research Center.
"Twitter is one of the scarce windows for dissident options," said Carolina Acosta-Alzuru, a University of Georgia media studies scholar who hails from Venezuela. "It's another sphere where the government trying to control the discourse. That's what the whole game with hashtags is about — giving you a false sense of a majority."
In one way or another, the government appears to be succeeding.
While the opposition is polling twice as well as the ruling party, the top Twitter trending topic in Venezuela is usually a government message, with opponents coming in a distant second.
In 2011, Chavez drummed up support for his newly launched Twitter account by pledging to reward his 4 millionth follower with a house, ultimately won by a college student.
Today, the socialist party offers an app that allows people to automatically retweet every message posted by Maduro. He has become the third most-retweeted public figure in the world, behind Pope Francis and the King of Saudi Arabia, according to public relations firm Burston Marsteller.
Using a program written at the request of the Associated Press to test for bots, researchers at the Utah State University Data Science Lab found classic bot characteristics among hundreds of accounts that retweet government posts, including messages sent at impossibly fast typing speeds, repetitive content and tweets posted from different accounts within seconds of each other.
"We can conclude that there is a bot alliance," computer science professor Kyumin Lee said. "It's not that they just happened to repost the exact same content; this is not normal human behavior."
Among users reposting Maduro's every message is a network of accounts named after each of Venezuela's states.
Suspicious accounts can also be found posting nonsense messages attached to government hashtags. Dozens of apparent bots continued to repeat the #ObamaYankeeGoHome slogan several times an hour into July, months after the campaign was over.
Ministry of Social Media officials declined to comment for this story. The government-aligned Marxist Tupamaro Revolutionary Movement says the state dominates Twitter because it has public backing.
"The opposition just tries to keep themselves from getting depressed by saying we're robots," spokesman Ares Di Fazio said.
Government critics also appear to benefit from social media manipulation. At least 7 percent of tweets by imprisoned opposition leader Leopoldo Lopez are retweeted using automated platforms, according to Philip Howard, a University of Washington social scientist.
Some of the government's dominance on the platform is the result of meticulous planning as opposed to outright manipulation.
For the past year, for example, the Communication Ministry has been sending out text messages telling a loyalist Twitter army what to post.
A hashtag of the day also goes out to state media workers and get promoted by institutional accounts including airports, state-run banks, ministries and even the National Aquatic Institute.
It's not clear who controls the Twitter bots, but many clues lead back to Aragua, a state west of Caracas run by rising stars in the ruling party.
The state's young governor, Tareck El Aissami, and health minister are retweeted and praised by a network of accounts whose owners are pictured as scantily dressed female avatars without bios— classic bot traits.
What looks like a related network of bots swarmed journalist Franz von Bergen last month after he published a story about government attempts to influence social media.
Accounts devoted mostly to promoting celebrities — and Aragua officials— sent him hundreds of identical messages.
Von Bergen, who writes for El Nacional, the last major Venezuelan daily critical of the government, said social media manipulation makes his job harder.
"They try to hide how things really are. You get to a point where you're not sure how much support they really have, and how much they're just gaming things," he said.
___
Associated Press writer Frank Bajak contributed to this story from Bogota, Colombia.
___
Find Hannah Dreier on Twitter: https://twitter.com/hannahdreier
ENTREVISTA EN EL MUNDO, Economía Y NEGOCIOS
Carolina Acosta: “Venezuela tiene menos telenovelas y el espiral de violencia sigue creciendo” (Entrevista con shirley Varnagy)
La industria de la telenovela: una conversación entre Ángel Alayón y Carolina Acosta-Alzuru [Audio]
telenovela adentro: entrevista con viviana gibelli
telenovela adentro: entrevista con césar Miguel Rondón
telenovela adentro: Entrevista con ana Ma. simon, alonso moleiro y henrique lazo
July 16, 2015
Associate professor of public relations teaches in Chile as Fulbright Scholar
By Stephani Moreno
Carolina Acosta-Alzuru (MA '96, PhD '99), an associate professor in the Department of Advertising and Public Relations, recently visited Chile for four weeks on a Fulbright Specialist grant to teach and to conduct faculty development activities. “Being a ‘Fulbrighter’ means a lot to me, given the prestige and mission of the Fulbright program; that is, to foster international partnerships and mutual understanding between the US and other nations. More specifically, to be a Fulbright Specialist means that institutions overseas can request my presence for two-six week visits and collaborations,” Acosta-Alzuru said. “This is important for me, a Venezuelan American scholar, whose research and teaching are heavily influenced by multiculturalism and a self-awareness of her hybrid identity.” June 3, 2015 |
Peabody Award for ‘Jane the Virgin’ raises attention for the telenovela genre
By Sarah Freeman
The Peabody Awards, long recognized for being a harbinger for cultural hipness in electronic media, is adding exposure to a very popular television genre in Latin America—the telenovela. While “Jane the Virgin,” a Peabody Award winner this year, has similarities to telenovelas, there are several significant differences according to Carolina Acosta-Alzuru, an associate professor of public relations at UGA’s Grady College of Journalism and Mass Communication and instructor of the class, Telenovelas, Culture and Society. “'Jane the Virgin' is a delightful show whose protagonist breaks some stereotypes about Latinas,” Acosta-Alzuru said. “But, 'Jane the Virgin' is not a telenovela, it’s a U.S. series that borrows from the eliciting plot of a Venezuelan telenovela 'Juana la virgen.' In that sense, we can say it’s loosely based on a telenovela. Character design, plot and story context differ from those of the telenovela 'Juana la virgin.' May 28, 2015 |
conference: 2014 International Association for media and communication research (IAMCR) - hyderabad, India
PANEL - Mediating Marginalities: Issues of Race, Caste, Ethnicity
and Gender
Speakers: Sukhadeo Thorat, K. Satyanarayana, Anthea Garman Ammu Joseph, Carolina-Acosta Alzuru, Radhika Parameswaran, Nahed Eltantawy
---
PRESENTATION - Media Production Analysis: Production Culture
Chair: Chris Paterson (University of Leeds)
Presentations:
Carolina Acosta-Alzuru (University of Georgia): Is the Happy Ending in Miami? Examining the Venezuelan Telenovela Talent Diaspora
Willemien Sanders (Utrecht University) and Roel Puijk (Lillehammer University College): Identity and success - a comparison of two television production companies in the Netherlands Poarkodi Natarajan (Manonmaniam Sundaranar University) and Krishnapriya
Natarajan Chitra (Madras University): Working Class Film Production, Parody and Provincial Cinema of Malegaon Ranit Grossaug (The Hebrew University of Jerusalem): The Canadian Paradox
Speakers: Sukhadeo Thorat, K. Satyanarayana, Anthea Garman Ammu Joseph, Carolina-Acosta Alzuru, Radhika Parameswaran, Nahed Eltantawy
---
PRESENTATION - Media Production Analysis: Production Culture
Chair: Chris Paterson (University of Leeds)
Presentations:
Carolina Acosta-Alzuru (University of Georgia): Is the Happy Ending in Miami? Examining the Venezuelan Telenovela Talent Diaspora
Willemien Sanders (Utrecht University) and Roel Puijk (Lillehammer University College): Identity and success - a comparison of two television production companies in the Netherlands Poarkodi Natarajan (Manonmaniam Sundaranar University) and Krishnapriya
Natarajan Chitra (Madras University): Working Class Film Production, Parody and Provincial Cinema of Malegaon Ranit Grossaug (The Hebrew University of Jerusalem): The Canadian Paradox
el impulso: carolina acosta-alzuru - Marco legal impide ver una telenovela mas alla de la cenicienta
Por Rosmir Sivira
Si bien las telenovelas más exitosas del mundo han logrado brillantez por ser reflejo de una realidad, el actual marco legal venezolano, a través de instrumentos como la Ley de Responsabilidad Social de Radio y de Televisión y la supervisión de instituciones como la Comisión Nacional de Telecomunicaciones (Conatel) ejercen una especie de presión que hunde a las televisoras en la autocensura.
Así lo explicó la profesora Carolina Acosta Alzuru, durante la videoconferencia Más allá de la Cenicienta, que se realizó la tarde del pasado viernes en la sala de adiestramiento de la Fundación Juan Carmona de EL IMPULSO; encuentro en el que la experta no sólo habló acerca del perfil de la típica protagonista de telenovelas y las variaciones de esta figura en la actualidad, sino también de una televisión venezolana cada vez más débil.
April 27, 2014
Si bien las telenovelas más exitosas del mundo han logrado brillantez por ser reflejo de una realidad, el actual marco legal venezolano, a través de instrumentos como la Ley de Responsabilidad Social de Radio y de Televisión y la supervisión de instituciones como la Comisión Nacional de Telecomunicaciones (Conatel) ejercen una especie de presión que hunde a las televisoras en la autocensura.
Así lo explicó la profesora Carolina Acosta Alzuru, durante la videoconferencia Más allá de la Cenicienta, que se realizó la tarde del pasado viernes en la sala de adiestramiento de la Fundación Juan Carmona de EL IMPULSO; encuentro en el que la experta no sólo habló acerca del perfil de la típica protagonista de telenovelas y las variaciones de esta figura en la actualidad, sino también de una televisión venezolana cada vez más débil.
April 27, 2014
apure digital: cnp apure-amazonas llevo a cabo charla sobre las "telenovelas" y "cinematografia local"
globovision: experta considera que falta de inversion afecta la produccion de telenovelas venezolanas
April 24, 2014
article: El silencio
Por Carolina Acosta-Alzuru
Venezuela no me suelta. “El país”, como le decimos los venezolanos cuando nos urge cosificarlo para hablar de él, no me toma la mano, no me sonríe. Más bien me hala con brusquedad y me grita su angustia, su desastre, su muerte. Venezuela se desgañita en pancartas que hablan de anaqueles vacíos y morgues llenas, y de la tiranía de un poder de furia desatada que insiste en sacralizar el legado de Hugo Chávez, mientras pretende imponerse a punta de represión. [...]
April 2, 2014
Venezuela no me suelta. “El país”, como le decimos los venezolanos cuando nos urge cosificarlo para hablar de él, no me toma la mano, no me sonríe. Más bien me hala con brusquedad y me grita su angustia, su desastre, su muerte. Venezuela se desgañita en pancartas que hablan de anaqueles vacíos y morgues llenas, y de la tiranía de un poder de furia desatada que insiste en sacralizar el legado de Hugo Chávez, mientras pretende imponerse a punta de represión. [...]
April 2, 2014
Panel: Bilingualism in the academy
|
|
onda: La telenovela, en la cultura venezolana
Graciela Beltrán Carías conversó con Carolina Acosta Alzuru, profesora en la Universidad de Georgia, Atlanta. Especialista en el estudio de las telenovelas como fenómeno cultural, comunicacional y sociológico, autora de Venezuela es una telenovela (Editorial Alfa, 2007) y de La incandescencia de las cosas. Conversaciones con Leonardo Padrón (Editorial Alfa, 2013).
El presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, encabezará hoy una reunión con los representantes de todos los canales de televisión de señal abierta y cable que operan localmente para revisar una programación que, asegura, fomenta la violencia en uno de los países más inseguros del mundo. La telenovela es elemento de la dieta diaria de buena parte de los venezolanos. Es la columna dorsal de la grilla de programación de los canales de más alta audiencia. Lo mismo se puede aseverar en otros países, no todos latinoamericanos, por cierto. La telenovela está signada por la imperfección y las paradojas. Es, simultáneamente, de consumo y de desprecio masivo. Los estigmas que provienen del menosprecio de lo emocional, lo femenino y lo popular se amontonan sobre ella. En general, se comete el error recurrente de pensar que es un género simple. January 20, 2014 |
podcast: Analyzing new & notable telenovelas
The popularity of telenovelas throughout the hemisphere returns to the attention of “Latin Pulse” this week. This is the third in a series of special reports on telenovelas: going beneath the surface to analyze the gender identity issues and racism involved in the productions. The program also looks at the important cultural aspects of these popular programs. The news segment of the program covers the return of Michelle Bachelet to the presidency in Chile; as her historic win is the first time a woman has been returned to the presidency in that country's history.
December 19, 2013
December 19, 2013
editorial alfa: en el 2014 sigamos pensando en el país
En el 2013 Alfa y Puntocero continuaron la apuesta por construir un país de lectores
El compromiso adquirido con la creación literaria hace 55 años continúa materializándose en los lanzamientos de nuevos libros; la creación de espacios para el intercambio entre escritores y lectores a través de foros, conferencias y conversatorios; la consecuente presencia y activa participación en ferias literarias en la capital y el interior del país; la reafirmación de la confianza de los asiduos lectores y la adhesión de nuevos seguidores.
Para nadie es un secreto que este fue un año difícil en muchos aspectos. Sin embargo, sorteando los obstáculos, Editorial Alfa puso a disposición de los lectores venezolanos un variado repertorio de obras que, como ya es tradición, constituyen una apuesta por lo mejor de la creación literaria nacional. Bajo el lema Dar de leer a un país, compartimos el resumen de nuestras novedades publicadas durante 2013.
December 2013
El compromiso adquirido con la creación literaria hace 55 años continúa materializándose en los lanzamientos de nuevos libros; la creación de espacios para el intercambio entre escritores y lectores a través de foros, conferencias y conversatorios; la consecuente presencia y activa participación en ferias literarias en la capital y el interior del país; la reafirmación de la confianza de los asiduos lectores y la adhesión de nuevos seguidores.
Para nadie es un secreto que este fue un año difícil en muchos aspectos. Sin embargo, sorteando los obstáculos, Editorial Alfa puso a disposición de los lectores venezolanos un variado repertorio de obras que, como ya es tradición, constituyen una apuesta por lo mejor de la creación literaria nacional. Bajo el lema Dar de leer a un país, compartimos el resumen de nuestras novedades publicadas durante 2013.
December 2013
ARticle: la incandescencia del momento
Este artículo es parte de la vigésimo primera edición de Revista Ojo. Pídela por Twitter, búscala en las librerías o descárgala desde la web.
Por Carolina Acosta-Alzuru
Abrí la boca para hablar y, sin previo aviso, mi pierna izquierda temblaba. Duro. Sorprendida, la traté de controlar con la mano como si fuera un niño con un ataque de malcriadez. Agradecí mentalmente la mesa que la ocultaba y continué lo que estaba diciendo. Que no se me notara el temblor en la voz. Que no se me deshilvanara la exposición. Después de todo, soy profesora, disertar es parte de mi cotidianidad. Y hablar siempre se me ha hecho infinitamente más fácil que escribir. Sería irónico que balbuceara cuando, después de escribir páginas y páginas, había llegado a la meta: la presentación de mi libro La incandescencia de las cosas. Conversaciones con Leonardo Padrón en el 5to Festival de Lectura Chacao. [...]
August 2013
Por Carolina Acosta-Alzuru
Abrí la boca para hablar y, sin previo aviso, mi pierna izquierda temblaba. Duro. Sorprendida, la traté de controlar con la mano como si fuera un niño con un ataque de malcriadez. Agradecí mentalmente la mesa que la ocultaba y continué lo que estaba diciendo. Que no se me notara el temblor en la voz. Que no se me deshilvanara la exposición. Después de todo, soy profesora, disertar es parte de mi cotidianidad. Y hablar siempre se me ha hecho infinitamente más fácil que escribir. Sería irónico que balbuceara cuando, después de escribir páginas y páginas, había llegado a la meta: la presentación de mi libro La incandescencia de las cosas. Conversaciones con Leonardo Padrón en el 5to Festival de Lectura Chacao. [...]
August 2013
podcast: The Best telenovelas
This week, "Latin Pulse" returns to the topic of telenovelas. The program explores the cultural aspects of this popular television form and discusses the advances of that form as propelled by television writers and producers in Colombia, Venezuela, and Brazil. The program also explores how telenovelas have been used as metaphorical political commentary, especially in Venezuela and Brazil. The news segment of the program covers how Argentina's Cardinal Jorge Bergoglio was elevated to pope, replacing Pope Benedict XVI, and became the first pope from Latin America.
The program includes in-depth interviews with:
Antonio La Pastina of Texas A&M University; and
Carolina Acosta-Alzuru of the University of Georgia
March 15, 2013
The program includes in-depth interviews with:
Antonio La Pastina of Texas A&M University; and
Carolina Acosta-Alzuru of the University of Georgia
March 15, 2013
podcast: The telenovela special
This week Latin Pulse provides a special focus on telenovelas, the very popular cultural form produced throughout the region and exported successfully worldwide. The program includes insights on the gender issues raised by these popular shows and the program looks at how these shows demonstrate how the Drug War is resonating culturally. The news segment of the program deals with announcements this week from US President Barack Obama about the prospects for comprehensive immigration reform during his second term in office. [Photo: Kate del Castillo]
[The photo of Kate del Castillo in the lead role in "La Reina del Sur" is a promotional photo provided by the network Telemundo, the co-producer and distributor of the telenovela. This promotional photo is used following fair use guidelines.]
November 16, 2012
[The photo of Kate del Castillo in the lead role in "La Reina del Sur" is a promotional photo provided by the network Telemundo, the co-producer and distributor of the telenovela. This promotional photo is used following fair use guidelines.]
November 16, 2012
podcast: Te odio, te amo: why telenovelas rule latin entertainment
By Jasmine Garsd
"At Alt.Latino, we pride ourselves on looking at everyday topics in Latin culture from a fresh perspective. So we decided to invite , from the University of Georgia, to join us as a Guest DJ. She specializes in studying telenovelas, Latin culture and society."
August 1, 2013
"At Alt.Latino, we pride ourselves on looking at everyday topics in Latin culture from a fresh perspective. So we decided to invite , from the University of Georgia, to join us as a Guest DJ. She specializes in studying telenovelas, Latin culture and society."
August 1, 2013
Book launch: La Incandescencia de las cosas (April 26, 2013)
Festival de la Lectura Chacao, Salon Obelisco
PHOTO GALLERY
book launch: Venezuela es una telenovela (Sept. 18, 2007)
Libreria Alejandria II
PHOTO GALLERY