TELENOVELA ADENTRO (2015)
Telenovela adentro es un texto que se mete bajo la piel del género televisivo más visto y, a la vez, más desdeñado. Es una invitación a navegar con su autora por los teclados de los escritores, los pasillos de producción y las paradojas del consumo de estos melodramas.
Este es un viaje al esplendor, a la pasión y a la angustia que suscitan las telenovelas alrededor del mundo. Pero también es una mirada sostenida sobre la telenovela venezolana, los factores que la llevaron a difuminarse en el mercado internacional y las consecuencias de su significativa reducción.
Telenovela adentro es un libro profundamente reflexivo. Al colocar a la telenovela sobre su mesa de disección, Carolina Acosta-Alzuru abre una ventana a la trastienda de sus 16 años de investigación y muestra su motivación, rigor, métodos, retos y satisfacciones a través de capítulos de variados registros e inquebrantable honestidad. El resultado es un texto íntimo, cálido y con sólidos asideros académicos.
Este es un viaje al esplendor, a la pasión y a la angustia que suscitan las telenovelas alrededor del mundo. Pero también es una mirada sostenida sobre la telenovela venezolana, los factores que la llevaron a difuminarse en el mercado internacional y las consecuencias de su significativa reducción.
Telenovela adentro es un libro profundamente reflexivo. Al colocar a la telenovela sobre su mesa de disección, Carolina Acosta-Alzuru abre una ventana a la trastienda de sus 16 años de investigación y muestra su motivación, rigor, métodos, retos y satisfacciones a través de capítulos de variados registros e inquebrantable honestidad. El resultado es un texto íntimo, cálido y con sólidos asideros académicos.
Press
La Incandescencia de las Cosas (2013)
“Padrón
mira su mundo, lo piensa y lo cuenta, generando reflexión e interés. Tiene un
reflector permanente sobre él y vive la paradoja de que su nombre aparezca el
mismo día en el Papel Literario y en las columnas de chismes de farándula. De
verbo resplandeciente y asertivo, y conocedor de los códigos de la comunicación
de masas, Padrón es un líder de opinión. Lo entrevistan constantemente, sus
palabras son seguidas por más de medio millón de personas en Twitter, las
editoriales y los medios solicitan su pluma, y es invitado como orador y
participante a prestigiosos grupos de análisis de corte intelectual y político.
[…]
Con la
llegada de Hugo Chávez al escenario político, el país donde habita Padrón mutó.
De ser patria, pasó también a ser preocupación. Comenzó a invadir su obra y su
discurso. Primero las telenovelas y, finalmente, su poesía. Venezuela se
convirtió en dolor, angustia, mordaza, inseguridad y amenaza. […]
Las páginas que siguen detallan las conversaciones que Leonardo Padrón y yo sostuvimos durante el año 2012. En ellas vida, obra y país se entrelazan dibujando un boceto del escritor y del hombre que cada lector completará al leer.”
--Carolina Acosta-Alzuru
Las páginas que siguen detallan las conversaciones que Leonardo Padrón y yo sostuvimos durante el año 2012. En ellas vida, obra y país se entrelazan dibujando un boceto del escritor y del hombre que cada lector completará al leer.”
--Carolina Acosta-Alzuru
PRESS
“Un fragmento de La incandescencia de las cosas. Conversaciones con Leonardo Padrón” (Prodavinci)
Entrevista sobre La incandescencia de las cosas en QueLeer:
“Brilla en el festival de Chacao la incandescencia de Leonardo Padrón” (El Nacional)
Entrevista sobre La incandescencia de las cosas en QueLeer:
“Brilla en el festival de Chacao la incandescencia de Leonardo Padrón” (El Nacional)
Venezuela es una telenovela (2007)
De septiembre de 2003 a agosto de 2004, dos dramas compartieron el
escenario nacional: el camino hacia el referendo revocatorio del presidente
Hugo Chávez y una exitosa telenovela. Resultado de un estudio riguroso, Venezuela es una telenovela examina a la
telenovela Cosita rica y al país que la produjo, resaltando los
resortes políticos, socio-económicos y culturales que movieron a Venezuela
durante ese período histórico.
Al colocar frente a frente al país y a la telenovela que lo reflejó, Carolina Acosta-Alzuru explora discurso y liderazgo políticos más allá de su ámbito tradicional, concentrándose en la cultura popular y en su producto de más alto consumo: la telenovela.
“No conozco otra persona que haya sido tan ubicua, tan omnipresente, tan siempre allí en el proceso entero de una telenovela: pasó horas interminables como testigo de oro en las pautas de grabación, en la vorágine de producción, en las decisiones de una sala de edición. Vio como los actores construían su personaje, como lo vestían y lo peinaban. Habló con sus miedos, almorzó con sus egos, a veces hasta secó sus lágrimas y llegó a convertirse en la gran interlocutora de todos, absolutamente todos los resortes del espectáculo. Esto sólo se dio gracias a su lucidez analítica que la hacía contextualizar con pertinencia el fracaso o éxito de un personaje, la efectividad de un decorado, el huidizo encendido de los viernes y hasta la caída del ala de un mosquito en el tenso organigrama de los días”.
--Leonardo Padrón
Al colocar frente a frente al país y a la telenovela que lo reflejó, Carolina Acosta-Alzuru explora discurso y liderazgo políticos más allá de su ámbito tradicional, concentrándose en la cultura popular y en su producto de más alto consumo: la telenovela.
“No conozco otra persona que haya sido tan ubicua, tan omnipresente, tan siempre allí en el proceso entero de una telenovela: pasó horas interminables como testigo de oro en las pautas de grabación, en la vorágine de producción, en las decisiones de una sala de edición. Vio como los actores construían su personaje, como lo vestían y lo peinaban. Habló con sus miedos, almorzó con sus egos, a veces hasta secó sus lágrimas y llegó a convertirse en la gran interlocutora de todos, absolutamente todos los resortes del espectáculo. Esto sólo se dio gracias a su lucidez analítica que la hacía contextualizar con pertinencia el fracaso o éxito de un personaje, la efectividad de un decorado, el huidizo encendido de los viernes y hasta la caída del ala de un mosquito en el tenso organigrama de los días”.
--Leonardo Padrón